La inversión extranjera directa (IED) mundial colapsó en 2020, cayendo un 42% a un estimado de $859 mil millones, desde $1,5 mil millones en 2019. De hecho, la IED terminó 2020 más de un 30% por debajo del mínimo después de la crisis financiera mundial en 2009, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, mientras que se espera una mayor debilidad en 2021. La medida económica da cuenta de las inversiones realizadas por empresas de otros países, como la construcción de una fábrica, la adquisición de una empresa local o la apertura de una oficina satélite.
Panorama más amplio: a medida que el coronavirus trastornaba la economía mundial, China se convirtió en el mayor receptor de IED, atrayendo un estimado de $163 mil millones en entradas, seguido de los EE.UU. con $134 mil millones. El país también fue la única economía importante que no se contrajo en 2020 debido a un estricto bloqueo centralizado que supuestamente contenía COVID-19. Las cifras económicas sugieren otra aceleración en la participación de China en el comercio mundial y su posición como fábrica mundial.
Ejemplos de IED: Walmart (NYSE: WMT) anunció que invertiría 3 mil millones de yuanes ($460 millones) en Wuhan, la ciudad que fue el primer centro de la pandemia, durante los próximos cinco años, mientras que Starbucks (NASDAQ: SBUX) gastará $150 millones. en un parque de innovación en la ciudad de Kunshan, en el este de China. Tesla (NASDAQ: TSLA) también está aumentando la producción en Giga Shanghai, y Walt Disney (NYSE: DIS) continúa con una gran expansión en su parque temático de Shanghai. En diciembre, Goldman Sachs (NYSE: GS) y JPMorgan (NYSE: JPM) asumieron la propiedad total de su socio de empresa conjunta china, y a principios de este año, PepsiCo (NASDAQ: PEP) gastó 705 millones de dólares en Be & Cherry, uno de los las mayores marcas de snacks.
Profundizando: el stock total de inversiones extranjeras es aún mayor en EE.UU., pero el impulso de la IED se ha desplazado hacia China desde 2017. Aunque la administración Trump instó a las empresas estadounidenses a abandonar el país, también advirtió a los inversores chinos que las adquisiciones estadounidenses enfrentarían un nuevo escrutinio por motivos de seguridad nacional. La administración Biden también tendrá que lidiar con el ascenso de China, pero el gran tamaño de su mercado de consumidores podría atraer inversiones extranjeras que están apostando por la sólida recuperación económica de la nación.