Las criptodivisas se alimentan de blockchains, un software que se ejecuta en una red descentralizada de ordenadores, permitiendo que los datos de las transacciones sean validados, registrados y protegidos de los ataques. Plataformas como Ethereum amplían esa funcionalidad, permitiendo a los desarrolladores construir programas informáticos autoejecutables en la cadena de bloques.
Estos programas se denominan contratos inteligentes y constituyen el núcleo de las aplicaciones financieras descentralizadas (DeFi), productos que permiten a los usuarios acceder a servicios financieros sin pasar por un banco u otro intermediario. Y al eliminar al intermediario, las aplicaciones DeFi tienen el potencial de hacer que el sistema financiero sea más accesible, menos sesgado y más barato.
Ethereum es actualmente el mayor ecosistema DeFi, con 175.000 millones de dólares bloqueados (invertidos) en varios productos DeFi. Y con un valor de mercado de 518.000 millones de dólares, es también la segunda criptomoneda más valiosa con diferencia. Sin embargo, aunque Ethereum sigue pareciendo una inversión inteligente, puede ofrecer menos ventajas a largo plazo que algunas criptodivisas más pequeñas. Por ejemplo, Chainlink tiene un valor de mercado de sólo 13.000 millones de dólares, pero desempeña un papel fundamental en DeFi. Esto es lo que debes saber.
Hacer que los contratos inteligentes sean más útiles
Chainlink es una red descentralizada de oráculos impulsada por LINK, un token construido en la blockchain de Ethereum. Los oráculos son entidades (por ejemplo, personas y dispositivos conectados) que aportan datos del mundo real (fuera de la cadena) a la cadena de bloques. Para ilustrar por qué esto es importante, consideremos los siguientes productos de DeFi.
Compound es un protocolo DeFi basado en Ethereum que permite a los usuarios ganar intereses prestando criptodivisas. Por ejemplo, ahora podrías ganar un 3,22% anualizado suministrando la criptomoneda USD Coin a Compound. Pero la plataforma admite otras criptodivisas, y el tipo de interés de cada activo se establece algorítmicamente en función de la oferta y la demanda. En otras palabras, la blockchain de Ethereum contiene todos los datos necesarios para alimentar el protocolo de Compound.
Pero algunos productos DeFi requieren datos del mundo real. Por ejemplo, consideremos una plataforma DeFi que permita a los usuarios apostar en eventos deportivos o comprar activos tokenizados (por ejemplo, obras de arte, bienes inmuebles). Cada uno de estos contratos inteligentes requiere datos que no están disponibles en la cadena de bloques, en concreto, el resultado del evento deportivo y el valor de mercado actual de los activos. Chainlink es el puente que hace posible esos contratos inteligentes, y LINK es el token que hace funcionar todo el sistema.
En concreto, la plataforma Chainlink permite a los oráculos (proveedores de datos del mundo real) pujar por las solicitudes de los compradores (compradores de datos del mundo real). Para participar en la red, los oráculos deben apostar primero tokens LINK, un requisito previo que los mantiene honestos y garantiza la precisión. Una vez completado el trabajo, los compradores compensan a los oráculos de Chainlink con fichas LINK.
Del mismo modo, los oráculos pueden realizar la misma función a la inversa, llevando los datos de la cadena a las aplicaciones del mundo real. Por ejemplo, imagina que alquilas una casa de vacaciones y el contrato de alquiler es un contrato inteligente; una vez que realizas el pago en la blockchain, el sistema podría indicar a un dispositivo del Internet de las Cosas (IoT) que desbloquee la puerta de tu casa de alquiler.